La invitación de Tania parecía sugerente, un Domingo noche de Jazz en un local cercano seria perfecto para cerrar el finde. A decir verdad recordaba poco de ella, el exceso de alcohol la noche anterior limito bastante mi juicio, aún así acepte.
Noe, Angel y yo nos arrastramos por lo lleno del local hasta una mesa reservada a nombre de "Cris y amigos", ésta justo delante del escenario lo cual me tocaba las bolas, yo soy mas de ultima fila para trollear y tirar kikos a las chicas majas. Nos acomodamos pese a las miradas de toda la sala, pedimos unos Martinis y comentamos lo extraño de la situación.
Las luces se atenuaron, los primeros acordes silenciaron al publico y con este apareció ella, mas bajita de lo que recordaba, pero con la misma mirada y expresión de femme fatale que me empujo a probar suerte la noche anterior. Aquel vestido negro (el típico que a todas les da por llevar en noche vieja, no lo entiendo) me ponía becerrisimo, se ceñía a su delgado cuerpo y me invitaba a divagar sobre como terminaría la noche. Los aplausos llegaron finiquitando 40 minutos de tortura, besos, abrazos, felicitaciones, era su noche, y yo seria su guinda.
Lamentablemente cambio de vestuario post-función, se sentó con nosotros y charlamos durante un par de ginŽs. La ex triunfita cumplía con mi prototipo de chica perfecta: estaba buena, era inteligente, la música era su vida, y denotaba madurez. Pasado un rato Noe y Angel se despidieron y nosotros decidimos continuar la noche donde fuese. Fue su casa.
Llegamos a su pequeño pisito, era cuco y olía bien, exceso de velas diría yo. Se marcho por un estrecho pasillo con la excusa de ponerse algo mas cómoda, aproveche la ausencia para descalzarme y chafardear por el salón. El botillero de vinos llamo mi atención, un viejo Cabernet de 6 años intentaba pasar desapercibido. No suelo beber tintos en verano, pero ella no llegaría al invierno, lo que me llevo a sacrificar a aquel viejo y desamparado tintito. Cogí un par de copas del mueble y serví, el vino y la noche prometían.
A media botella llego ella, con un top y unas mallitas negras que marcaban un rico y definido potorro. Nos sentamos frente a su apestoso windows para comentar unos covers de su próxima actuación. Sinceramente me extrañaba el surrealismo del momento, estar debatiendo con una chica sobre el mejor disco de los Beatles era algo épico para mi. Pasamos como 3 horas hablando de música, de la buena, incluso reconozco que por momentos olvide él por qué de estar allí.
Pero allí estaba yo, tocando una desafinada guitarra española mientas ella tarareaba algo de Janis Joplin, sentada frente a mi con sus delgadas piernas abiertas e invitándome sutilmente a la siguiente fase.
El vino y la calor se hacían insoportables, decido quitarme la camiseta y antes de terminar noto sus pequeñas manos sobre mi pecho, perfilando con los dedos el contorno de mi tatuaje y llevando sus labios a mi cuello.
En homenaje al tattoo puso algo de Pink Floyd y me arrastro hacia el dormitorio, tambaleantes nos quitamos la ropa, quizá demasiado rápido para mi gusto pero 5 horas conteniendo a la bestia son muchas horas.
Nos entretuvimos en los previos, el primer polvo siempre es el mas sugerente y prometedor, besaba despacio, sin lengua, con el grado justo de humedad y sin prisas, como lo hacen las mejores. Su boca no solo cantaba bien, todo lo hacia bien, sutil y con talento, sin excederse pero sin tabúes, aquella ex triunfita era todo un triunfo.
Su estrecha vagina se agradecía, era todo un gusto percutir algo tan pequeño, tras 2 horas de polvos a bajas revoluciones por el calor, el mejunje de alcohol y por su estrechez se incorporo y me dijo:
_Cris, te pasa algo? yo voy por el 2º
Busque un cigarro y me retumbe sobre el cabezal, le explique el problemilla que muchos tenemos con el alcohol, no tengo problemas para empalmar, pero si me paso bebiendo nunca llego. Y aquí soltó una de las mejores frases de la noche:
_Eso te pasara con las demás!
Rectó hasta mi pelvis y comenzó una de las mejores mamadas de la historia, apague el cigarro y me relaje al mismo tiempo que pensé: si claro, si piensas que me voy a correr con una mamada lo llevas claro pequeña.
Algo despertó mis alertas, su pequeño dedo se estaba desviando de la ruta marcada, el dedito estaba explorando la periferia baja de mis pelotas y anunciaba un destino no deseado.
Por un momento pensé en cogerle la mano (como tantas otras veces me hicieron a mi) su dedito estaba llamando al timbre de las oscuras puertas de Mordor, terreno vedado obviamente, pero el gran ojo me cautivo con alguna extraña fuerza oscura dejándome llevar y entrando en un estado de trance inducido.
(joder Sam, donde estás?)
A los pocos minutos desperté, había sido percutido por un pequeño y arrogante dedo. Me incorpore como lo hago tras haber dormido 14h y tras mirarla a la cara flipe, la lefada rebosaba su boca, y como buena chica no desperdicio mi mas mayor esencia.
Nos duchamos y nos dejamos llevar por Morfeo, ella lo hizo rápido, a mi me costó.