No quiero enrollarme mucho, ya que el tema es difícil de comprender, y una dialéctica complicada solamente dificultaría la comprensión.
Todos hemos viajado alguna vez en autobús, y durante estos viajes, normalmente en solitario, hemos llegado a ese estado de abstracción en el cual dos conceptos aparentemente inconexos, se enredan en una danza perfectamente armónica.
Pues bien, hoy me ha sucedido a mi, y los dos términos eran: pedofilia y línea temporal.
Lo más sorprendente es que es unir ambos conceptos, y las ideas empiezan a fluir como un manantial de sabiduría. Pero tan grande contemplación, no pudo más que abrumarme, y por eso acudo a media-vida.
Vamos a exponer dos situaciones:
En la primera, situaremos un hombre (no por razones de discriminación, pero por coherencia histórica, el individuo a observar debe ser hombre) formado en los valores occidentales del s.XXI, de unos cuarenta años, y soltero. Por supuesto, es un individuo con todas las letras, es decir: ha vivido, tiene experiencias en la sociedad actual, y se ha desenvuelto con mayor o menor fortuna.
Pongamos que este hombre viaja al siglo XVIII, y por sus conocimientos, pero sin dar la nota, accede a una posición dentro de la alta sociedad de un país occidental, pongamos España porque se conoce algo más.
En esa época, pedir la mano de una preciosa joven de 14 años estaba a la orden del día, siempre y cuando se cumpliesen unos requisitos, pero no profundicemos más, supongamos que los cumple.
Ahora viene la pregunta:
¿Ese hombre tendría algo que reprocharse moralmente? Me explico:
- Nadie conoce su situación aventajada en la historia, socialmente aceptado.
- La niña ve el acto como algo normal, no aspiraba a mucho más.
- Su moral occidental del s.XXI solo le afecta en la medida que él quiere.
En esa situación, ¿puede el hombre actuar consecuentemente a su moral?
¿Realmente tiene remordimientos por estar cometiendo un crimen?
¿Estaría cometiendo un crimen?
Todo esto, para sus adentros y su conciencia, claro.
En la segunda, la historia la situaremos en un plano similar, pero otro periodo histórico.
Durante la segunda guerra mundial, dos jóvenes de Alemania que se aman son separados por la situación bélica. Ella se queda en el pueblo de su familia, ayudando en el negocio familiar. Él es enviado al frente a combatir, pese a su joven edad (16 años), pero el reclutamiento se ha endurecido debido a que nos encontramos en una fase avanzada de la guerra.
Después de varias semanas sin recibir ninguna carta de su amada, le llega una carta de su madre, en la cual le da la triste noticia de que su novia ha muerto durante un bombardeo británico.
Él consigue sobrevivir, y cae prisionero en manos de los americanos, que le hacen ingresar en un campo de prisioneros. Ahí conoce a un doctor alemán de la universidad de Heidelbergn especialista en genética, del que, gracias a sus actitudes, llega a convertirse en ayudante, y al cual sigue hasta Estados Unidos gracias a la política de “fuga de cerebros” y la asimilación de cabezas notables para preparar la escalada tecnológica de la Guerra Fría.
Pasados unos años, nuestro amigo ha estudiado biología molecular, y se ha especializado en clonación, ya que sus circunstancias personales no le han permitido olvidar a la amada muerta en la guerra. Dirige una de las operaciones secretas del gobierno norteamericano en ése campo, y su objetivo es claro, resucitar al ser perdido.
Aún guarda un mechón de pelo que su primer amor le envió en un pequeño sobre perfumado.
A la edad de ochenta años, y siendo, en la sombra, el científico más brillante del mundo, pero en la sombra y el secreto, consigue su propósito, y, jugando a ser Dios, la devuelve a la vida, haciéndola madurar exactamente hasta la edad de 16 años de forma artificial.
Ella por supuesto, no guarda recuerdo alguno, pero es un papel en blanco sobre el que escribir. Y posee todas las capacidades de un ser humano.
Él la ama con locura, y la tiene como esposa el resto de su vida, habiendo acompañado en su viaje a nuestro compañero, podemos entender hasta que punto.
Y ahora la segunda pregunta: (Referentes a la diferencia de edad)
-¿Puede ser considerado un pedófilo?
-¿Debería guardar algún remordimiento o pensar que su acción es inmoral?
-¿Si alguien se enterase de la historia podría condenarlo por una acción reprobable?
Si a alguien se le ocurren más preguntas, adelante.
Se acabó.
Ya sabemos que hay gente que no le gusta leer cosas largas, pero no hace falta q lo estén recordando continuamente. Adelanto acontecimientos.