#91
No hay que aproximarse a los pokémon psíquicos de la misma manera que lo haces al resto. Son pokémon que leen la mente, que entienden las expresiones, que sus sentidos físicos están destrozados a cambio de un mayor poder mental y memoria. Esto les ayuda a controlar mejor sus emociones a nivel general, pero cuando no pueden superarlo sus depresiones son muchísimo peores.
Algo que leí de psicología pokémon, no sé si será cierto pero supongo que nunca sobra. Alakazam no tiene apenas otros sentidos. Su visión es muy limitada ya que cuando es Abra se pasa el día durmiendo desarrollando la mente y no los sentidos, ni siquiera abre los ojos hasta que evoluciona. Al igual que mi Vulpix se guía antes por el olor que por otros sentidos, un Alakazam se basa por la mente antes que por otro. Pero no es tonto y es aquí cuando entra el problema.
Mi teoría es que Alakazam detecta tu estructura mental, y al hacerlo, le recuerdas a tu padre. Esto es inevitable, eres su hijo, por lo que sois parecidos genéricamente. Él no te ve con los ojos, él no te huele, él te detecta. Y no puede evitar detectar las mismas ondas cerebrales que tenía tu padre, la misma estructura mental, porque el ADN es el mismo. Creo que simplemente no puede soportar el recuerdo y la memoria de ver a tu padre cada vez que te acercas, por eso quiere mantenerse lejos, por eso quiere estar solo, porque le recuerdas a él y como su cerebro lo es todo, no puede evitar tener vivos recuerdos que nunca más podrá volver a tener.
¿Eso significa que tienes que abandonarlo? Ni se te ocurra. Los Alakazam son muy inteligentes, no se perdonaría jamás el perderte por algo así. No te odia, te quiere tanto que no quiere ser una carga para ti y por eso se aleja.
¿La solución? No puedes reemplazar a tu padre, pero puedes enseñarle a Alakazam el futuro que podéis tener juntos. Llévalo de viaje a sitios a los que fue tu padre, haced algo juntos; desde combatir a meteros en una montaña, da lo mismo. La idea es que descubra que si te conoce un poco, no eres tu padre, eres alguien nuevo que le va a traer nuevas experiencias, y que por lo tanto una vez las descubras solo le quede vivir toda esa nueva vida. Que los recuerdos con tu padre ya pasaron, y ahora vienen unos nuevos, que no son mejores o peores: son vuestros recuerdos, y nadie puede reemplazarlos.
Cuando Alakazam comprenda que la vida no se ha acabado, y que está haciendo a tu padre feliz sea donde sea viviendo algo nuevo con su hijo, es entonces cuando pondrá todo su empeño en cuidar de ti.
O al menos eso espero