Espérame un momento: voy a volar los puentes
por donde cruzaron Bambino y Morente,
la Lola, y el Paco que más alumbró.
Y es que no quiero que dé la hora
del caladero a donde se fueron
Farruco y Pastora vendiendo su flor.
Y Pasos Largos, y Joselito, y Valderrama,
y el Torta, y Panero, y el sueño maldito que los embaucó.
Que nadie vaya a escarbar a la llanura del cielo,
que está el Ventura cogiendo vuelo...
Doliendo en los duelos.
Baila que te baila con la cojera,
vendrá La Catrina, será tempranera,
y mi tos cigarrera no habrá de escuchar.
Tan solo queda soñar con la Fernanda y el Jero;
con Juan Talega, y el carbonero
del ascua en que muero.
No seremos los huesos comidos a besos
que el tiempo guardó: seremos pellejo.
Ni tampoco aspaviento ahuyentando a ese viento
que nos devoró: seremos pájaros viejos.
Quédate a mi lado, a ver qué nace
del vientre marchito de estrellas fugaces
que anhelan la nada... Y nada nació.
Y en una gota con sal, se irán las guerras ganadas,
y tus pisadas también se irán, de polvo colmadas.
¿Qué será del pañuelo
que su llanto nos dio
repartiendo consuelo?
¿Qué será de los dos?