Cada uno en su casa se lo monta como quiere/puede. Si ambas partes de la pareja están de acuerdo ¿Dónde está el problema?
Cuando la mujer tenía limitados sus derechos las funciones dentro de la sociedad eran una imposición, ya que tampoco podía elegir otra cosa. Hoy día esto no pasa. La mujer puede decidir no emparejarse con un subnormal que no sabe poner una lavadora (dar un botón) igual que el hombre puede elegir no emparejarse con una princesa (yo no trabajo que me canso).
La convivencia sirve para ver de que pie cojea cada uno. Puede que tu pareja no sepa hacer funcionar la lavadora, pero puede que a ti eso te de igual. Yo no plancho porque lo odio, pero llevo las cuentas que a ti se te da mal. Compra tú los regalos de navidad, que se te da mejor, y yo cocino. O, ya que tú haces extras en navidad, yo adorno la casa.
Es una gilipollez buscar la paridad. En un espacio de libertad lo que se busca es el consenso entre ambas partes. Y ahí no debería meterse nadie. La felicidad de cada casa es particular y tiene identidad propia, no es un axioma dentro de jna estadísticas y menos aún debe de ser cautivo de jna ideología. Menos aún de un ministerio o del gobierno.